M.J.F. / Briviesca
Lleva más de cuatro años al frente de la Asociación de Padres de Minusválidos de la Bureba (Aspamibur) y desde su llegada al cargo ha tenido claro que su misión es aportar «un granito de arena» para que las personas con discapacidad como su hija logren la plena integración y mejoren su calidad de vida. En su opinión, en las últimas dos décadas se han roto muchas barreras en la comarca a favor de los discapacitados pero «aún queda trabajo por hacer».
Pilar Fernández, presidenta de Aspamibur, lucha por dar un lugar en la sociedad burebana a los discapacitados que residen en la comarca y colabora con el centro ocupacional de Briviesca para potenciar las capacidades de los 23 usuarios que acuden a diario a este servicio. De momento, la crisis económica no les ha ‘tocado’ pero Fernández afirma que «hay que diversificar» y buscar nuevas ayudas.
¿Cuáles son esas nuevas vías que están ensayando ya?
Recurrimos al programa de Caja de Burgos Tú eliges, tú decides para poder financiar la formación que estamos dando a nuestras chicas y chicos en artes decorativas y además las piezas que elaboran se ponen a disposición del público que aporta un donativo para revertir en la propia actividad. Por otro lado, también estamos buscando la colaboración de los fondos públicos que reparte Adeco Bureba en nuestra zona.
Tras el estallido de la crisis, ¿ha habido recortes para su colectivo?
No, en lo importante que es la aportación que nos viene de la Junta de Castilla y León y que es realmente quien sostiene el centro ocupacional. Sí le puedo decir que no hemos podido pedir desde Aspamibur ayudas a la Diputación porque este año no las ha convocado.
¿Podría peligrar la continuidad del centro ocupacional?
No lo creo y más teniendo detrás al Ayuntamiento. Además es un centro que funciona muy bien.
¿Qué misión cumple este servicio?
Da calidad de vida a nuestros hijos y una oportunidad para que se relacionen y se formen. No nos podemos imaginar que sería de ellos sin el centro ocupacional.
Otro de los objetivos es la integración…
Claro, nuestra meta más importante es integrarles en la sociedad. En las últimas dos décadas hemos conseguido logros en esta dirección pero aún quedan barreras psicológicas por derribar. Cada vez hay más gente que les conoce más y les acepta más. Personalmente, tengo la ilusión de realizar una campaña de sensibilización dirigida a los niños y a los jóvenes para que se acerquen a nuestros discapacitados. No se puede querer lo que no conoces.
¿Qué actividades concretas realiza Aspamibur?
El año pasado, nos convertimos en empresa para poder contratar a la profesora de artes decorativas y para poder financiar esa actividad formativa recurrimos a Caja de Burgos. El año pasado ya logramos algo más de 9.000 euros. En ese sentido, quiero agradecer mucho a la gente que nos ha apoyado y pedirles que lo sigan haciendo porque lo que buscamos es continuidad. Y por supuesto, poner en valor el respaldo de Caja de Burgos que además nos deja sus instalaciones para hacer actividades como informática o psicomotricidad.
¿Sería posible hoy en día crear un taller especial de empleo en Briviesca?
No sería viable económicamente y como usted sabe en otros lugares de la provincia que lo han intentado han tenido que cerrarlo por falta de rentabilidad. No es el momento económico.
De cara a 2012, ¿qué proyecto tiene su colectivo?
Llegar a todos los discapacitados de la comarca tomando como base el estudio reciente que elaboró Aspanias. Queremos que no se queden fuera de los recursos que ofrece el centro ocupacional. Por otro lado, estamos pensando ya en cambiar el autobús del centro que hace muchos kilómetros diarios. Necesitamos ayuda económica, claro.
Aspamibur mantiene una buena sintonía con el centro ocupacional…
Por supuesto y no podría ser de otra manera. Estamos muy contentos con su trabajo de formación y con el nuevo apartado que ha abierto en el que se potencia la autonomía de nuestros hijos a todos los niveles. Quienes quieran conocer el centro más de cerca pueden visitarnos y pueden entrar en nuestra web, nuestro blog y además nos pueden encontrar en la red social Facebook. Para nosotros, el uso de las tecnologías es muy importante y de hecho todos nuestros chicos y chicas manejan el ordenador.
Pilar Fernández, presidenta de Aspamibur, lucha por dar un lugar en la sociedad burebana a los discapacitados que residen en la comarca y colabora con el centro ocupacional de Briviesca para potenciar las capacidades de los 23 usuarios que acuden a diario a este servicio. De momento, la crisis económica no les ha ‘tocado’ pero Fernández afirma que «hay que diversificar» y buscar nuevas ayudas.
¿Cuáles son esas nuevas vías que están ensayando ya?
Recurrimos al programa de Caja de Burgos Tú eliges, tú decides para poder financiar la formación que estamos dando a nuestras chicas y chicos en artes decorativas y además las piezas que elaboran se ponen a disposición del público que aporta un donativo para revertir en la propia actividad. Por otro lado, también estamos buscando la colaboración de los fondos públicos que reparte Adeco Bureba en nuestra zona.
Tras el estallido de la crisis, ¿ha habido recortes para su colectivo?
No, en lo importante que es la aportación que nos viene de la Junta de Castilla y León y que es realmente quien sostiene el centro ocupacional. Sí le puedo decir que no hemos podido pedir desde Aspamibur ayudas a la Diputación porque este año no las ha convocado.
¿Podría peligrar la continuidad del centro ocupacional?
No lo creo y más teniendo detrás al Ayuntamiento. Además es un centro que funciona muy bien.
¿Qué misión cumple este servicio?
Da calidad de vida a nuestros hijos y una oportunidad para que se relacionen y se formen. No nos podemos imaginar que sería de ellos sin el centro ocupacional.
Otro de los objetivos es la integración…
Claro, nuestra meta más importante es integrarles en la sociedad. En las últimas dos décadas hemos conseguido logros en esta dirección pero aún quedan barreras psicológicas por derribar. Cada vez hay más gente que les conoce más y les acepta más. Personalmente, tengo la ilusión de realizar una campaña de sensibilización dirigida a los niños y a los jóvenes para que se acerquen a nuestros discapacitados. No se puede querer lo que no conoces.
¿Qué actividades concretas realiza Aspamibur?
El año pasado, nos convertimos en empresa para poder contratar a la profesora de artes decorativas y para poder financiar esa actividad formativa recurrimos a Caja de Burgos. El año pasado ya logramos algo más de 9.000 euros. En ese sentido, quiero agradecer mucho a la gente que nos ha apoyado y pedirles que lo sigan haciendo porque lo que buscamos es continuidad. Y por supuesto, poner en valor el respaldo de Caja de Burgos que además nos deja sus instalaciones para hacer actividades como informática o psicomotricidad.
¿Sería posible hoy en día crear un taller especial de empleo en Briviesca?
No sería viable económicamente y como usted sabe en otros lugares de la provincia que lo han intentado han tenido que cerrarlo por falta de rentabilidad. No es el momento económico.
De cara a 2012, ¿qué proyecto tiene su colectivo?
Llegar a todos los discapacitados de la comarca tomando como base el estudio reciente que elaboró Aspanias. Queremos que no se queden fuera de los recursos que ofrece el centro ocupacional. Por otro lado, estamos pensando ya en cambiar el autobús del centro que hace muchos kilómetros diarios. Necesitamos ayuda económica, claro.
Aspamibur mantiene una buena sintonía con el centro ocupacional…
Por supuesto y no podría ser de otra manera. Estamos muy contentos con su trabajo de formación y con el nuevo apartado que ha abierto en el que se potencia la autonomía de nuestros hijos a todos los niveles. Quienes quieran conocer el centro más de cerca pueden visitarnos y pueden entrar en nuestra web, nuestro blog y además nos pueden encontrar en la red social Facebook. Para nosotros, el uso de las tecnologías es muy importante y de hecho todos nuestros chicos y chicas manejan el ordenador.
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