Hay un gran desfase entre lo que les entregó el Gobierno como adelanto de la recaudación de impuestos y el resultado real
H.J. / BURGOS
Los cálculos erróneos de los ingresos del Estado a lo largo de los dos últimos ejercicios les está saliendo caro a muchos municipios de la provincia. Los anticipos que en su día hizo el Ministerio de Economía y Hacienda a los ayuntamientos, en función de su población y de la previsión de recaudación vía impuestos entre sus habitantes, no se han correspondido con la realidad y a la hora de hacer las cuentas definitivas el Gobierno reclama lo que es suyo.
Un repaso a la liquidación de los años 2008 y 2009 en relación con los municipios de la provincia de Burgos (excluyendo a la capital, que funciona con un régimen de cesión de tributos) revela que los pueblos tendrán que devolver unos 6,6 millones de euros justo en un momento en el que pasan por especiales dificultades económicas. El pago puede hacerse a lo largo de los 5 años siguientes y mediante retenciones en las nuevas transferencias, pero el montante descuadrará a más de uno.
La palma se la lleva la liquidación de 2009, la última en haberse cerrado y de la que proceden más de 4 millones de los 6,6 totales. En 2008 el panorama se veía venir pero fue hace dos ejercicios cuando se confirmó, y lo mismo podría suceder cuando se cierre 2010 a no ser que el Gobierno ajustara mejor sus previsiones ante la confirmación evidente de que el consumo y la actividad ya habían caído.
Los ayuntamientos más perjudicados son los de Miranda de Ebro y Aranda de Duero respectivamente. Solo en 2009 las arcas mirandesas se llevaron 1.167.691,91 euros de más, mientras las arandinas revelaron un importe de 809.757,92 pendiente de devolver a Madrid, siempre según los datos que ha hecho públicos el Ministerio de Economía y Hacienda a través de su página web.
En un segundo escalón se sitúan Briviesca y Medina de Pomar, con 265.000 y 270.000 euros pendientes de devolución respectivamente. Tras ellos solo superan los 100.000 euros Valle de Mena y Villarcayo, y a partir de ellos encontramos un larguísimo rosario de municipios (concretamente 158) en los que el balance es negativo, aunque alguno puede respirar aliviado, como es el caso de Barrios de Colina, porque los responsables ministeriales solo le reclaman 26 euros.
La tendencia observada en el año 2009 empeora a la del ejercicio anterior, cuando ‘solo’ 105 de las 370 localidades burgalesas (siempre dejando a un lado la capital) aparecían con signo negativo en la liquidación. Hasta entonces, además, el balance con el Ministerio de Economía era positivo. En la liquidación de 2007 se observa, de hecho, que el Gobierno debía a los municipios casi 3 millones de euros y eran una amplia mayoría los que presentaban resultados positivos. Pero el frenazo al sistema acabó con la tendencia.
el iae, todo números rojos. La liquidación definitiva contempla el apartado correspondiente a los impuestos como el IRPF, el IVA, el alcohol, los hidrocarburos y tabacos, pero reserva un apartado específico para las previsiones de recaudación del Impuesto de Actividades Económicas y su resultado final (en 39 de ellos no se contabiliza ningún ingreso de este tipo y por tanto no hay tampoco anticipos). No hay ni una sola localidad en la que la cuenta haya resultado positiva para el pueblo en cuestión, lo que refleja un parón económico evidente en el conjunto de la geografía provincia, sin apenas distinción entre comarcas.
Un repaso a la liquidación de los años 2008 y 2009 en relación con los municipios de la provincia de Burgos (excluyendo a la capital, que funciona con un régimen de cesión de tributos) revela que los pueblos tendrán que devolver unos 6,6 millones de euros justo en un momento en el que pasan por especiales dificultades económicas. El pago puede hacerse a lo largo de los 5 años siguientes y mediante retenciones en las nuevas transferencias, pero el montante descuadrará a más de uno.
La palma se la lleva la liquidación de 2009, la última en haberse cerrado y de la que proceden más de 4 millones de los 6,6 totales. En 2008 el panorama se veía venir pero fue hace dos ejercicios cuando se confirmó, y lo mismo podría suceder cuando se cierre 2010 a no ser que el Gobierno ajustara mejor sus previsiones ante la confirmación evidente de que el consumo y la actividad ya habían caído.
Los ayuntamientos más perjudicados son los de Miranda de Ebro y Aranda de Duero respectivamente. Solo en 2009 las arcas mirandesas se llevaron 1.167.691,91 euros de más, mientras las arandinas revelaron un importe de 809.757,92 pendiente de devolver a Madrid, siempre según los datos que ha hecho públicos el Ministerio de Economía y Hacienda a través de su página web.
En un segundo escalón se sitúan Briviesca y Medina de Pomar, con 265.000 y 270.000 euros pendientes de devolución respectivamente. Tras ellos solo superan los 100.000 euros Valle de Mena y Villarcayo, y a partir de ellos encontramos un larguísimo rosario de municipios (concretamente 158) en los que el balance es negativo, aunque alguno puede respirar aliviado, como es el caso de Barrios de Colina, porque los responsables ministeriales solo le reclaman 26 euros.
La tendencia observada en el año 2009 empeora a la del ejercicio anterior, cuando ‘solo’ 105 de las 370 localidades burgalesas (siempre dejando a un lado la capital) aparecían con signo negativo en la liquidación. Hasta entonces, además, el balance con el Ministerio de Economía era positivo. En la liquidación de 2007 se observa, de hecho, que el Gobierno debía a los municipios casi 3 millones de euros y eran una amplia mayoría los que presentaban resultados positivos. Pero el frenazo al sistema acabó con la tendencia.
el iae, todo números rojos. La liquidación definitiva contempla el apartado correspondiente a los impuestos como el IRPF, el IVA, el alcohol, los hidrocarburos y tabacos, pero reserva un apartado específico para las previsiones de recaudación del Impuesto de Actividades Económicas y su resultado final (en 39 de ellos no se contabiliza ningún ingreso de este tipo y por tanto no hay tampoco anticipos). No hay ni una sola localidad en la que la cuenta haya resultado positiva para el pueblo en cuestión, lo que refleja un parón económico evidente en el conjunto de la geografía provincia, sin apenas distinción entre comarcas.
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