En noviembre, los trabajadores están llamados a detener la producción durante una hora en tres miércoles consecutivos. Esta medida irá in crescendo si la empresa no varía su postura
N. L. V. / ARANDA
El bloqueo total en el que se encuentran desde hace casi un mes las negociaciones del nuevo convenio colectivo de Michelin, que estaría vigente para el periodo 2011-2014, ha provocado que los sindicatos recrudezcan un punto más las medidas de presión puestas en marcha para intentar obligar a la empresa a replantearse su postura y de las concentraciones que se han llevado a cabo en los accesos a las fábricas de la multinacional francesa en las últimas semanas, se ha pasado a la convocatoria de paros en la producción.
Las siete secciones sindicales representadas en el Comité de Empresa acordaron la convocatoria de paros de una hora de duración durante tres miércoles consecutivos del mes de noviembre. Aunque inicialmente las fechas previstas eran los días 9, 16 y 23, todo apunta a que habrá que retrasarlo una semana ya que, debido a la normativa en Castilla y León y la obligatoriedad de convocar un servicio de mediación previo, es posible que no dé tiempo a que se inicien el próximo miércoles.
La intención es que estas nuevas movilizaciones tengan una duración aproximada de dos horas, señaló José Antonio Fernández, secretario general de UGT. Iniciándose a las 13:00 horas, durante los primeros 60 minutos se realizaría una labor de información a los trabajadores para que, en la hora siguiente, se lleve a cabo el cese en la producción propiamente dicho.
Estas medidas, advierten los sindicatos, irán in crescendo en caso de que la empresa no se replantee su postura, no descartando incluso la posibilidad de llegar a la paralización total de la producción. «Nosotros queremos que se sume todo el mundo. Quizás, para algunos, estamos llevando a cabo las movilizaciones de forma conservadora, pero es que hacía muchos años que en Michelin no vivíamos una situación como la que tenemos ahora mismo. Por eso, queremos hacer las cosas despacio y con buena letra para que todos podamos estar en las movilizaciones», explicó Marcial Moreta, secretario de la sección sindical de CCOO en Michelin.
Posible recurso al ERE
Por otro lado, tanto CCOO como UGT confirmaron que se encuentran estudiando la posibilidad de recurrir el expediente de regulación de empleo aprobado para la factoría arandina y que supondrá el cese de la actividad durante 15 días -cuatro de los cuales ya se han materializado- en lo que queda de año. Pendientes aún de la que podría ser su redacción definitiva, ambos sindicatos incidieron en que este escrito no diferirá demasiado en lo defendido hasta ahora. «En definitiva, la empresa va a hacer más producción que la que tenía prevista, por lo que no vemos ninguna bajada de producción real», señaló Moreta, quien confirmó que la empresa no ha iniciado ningún contacto con ellos para hablar sobre cuándo se ejecutarán el resto de jornadas aunque consideró que tampoco lo esperan.
Por su parte, Fernández puso el acento en que el ERE aprobado tendrá un coste para el erario público cercano a los 750.000 euros. Cantidad que, a su juicio, y ante las dificultades económicas que vive el país, no tiene ningún sentido que se dediquen a pagar una regulación laboral que, a su juicio, no es necesaria y que consideran «abusivo». «No entendemos como la Junta de Castilla y León, con la que tenemos en esta comunidad, venga a dar dinero a quien no lo necesita tanto», recalcó.
Las siete secciones sindicales representadas en el Comité de Empresa acordaron la convocatoria de paros de una hora de duración durante tres miércoles consecutivos del mes de noviembre. Aunque inicialmente las fechas previstas eran los días 9, 16 y 23, todo apunta a que habrá que retrasarlo una semana ya que, debido a la normativa en Castilla y León y la obligatoriedad de convocar un servicio de mediación previo, es posible que no dé tiempo a que se inicien el próximo miércoles.
La intención es que estas nuevas movilizaciones tengan una duración aproximada de dos horas, señaló José Antonio Fernández, secretario general de UGT. Iniciándose a las 13:00 horas, durante los primeros 60 minutos se realizaría una labor de información a los trabajadores para que, en la hora siguiente, se lleve a cabo el cese en la producción propiamente dicho.
Estas medidas, advierten los sindicatos, irán in crescendo en caso de que la empresa no se replantee su postura, no descartando incluso la posibilidad de llegar a la paralización total de la producción. «Nosotros queremos que se sume todo el mundo. Quizás, para algunos, estamos llevando a cabo las movilizaciones de forma conservadora, pero es que hacía muchos años que en Michelin no vivíamos una situación como la que tenemos ahora mismo. Por eso, queremos hacer las cosas despacio y con buena letra para que todos podamos estar en las movilizaciones», explicó Marcial Moreta, secretario de la sección sindical de CCOO en Michelin.
Posible recurso al ERE
Por otro lado, tanto CCOO como UGT confirmaron que se encuentran estudiando la posibilidad de recurrir el expediente de regulación de empleo aprobado para la factoría arandina y que supondrá el cese de la actividad durante 15 días -cuatro de los cuales ya se han materializado- en lo que queda de año. Pendientes aún de la que podría ser su redacción definitiva, ambos sindicatos incidieron en que este escrito no diferirá demasiado en lo defendido hasta ahora. «En definitiva, la empresa va a hacer más producción que la que tenía prevista, por lo que no vemos ninguna bajada de producción real», señaló Moreta, quien confirmó que la empresa no ha iniciado ningún contacto con ellos para hablar sobre cuándo se ejecutarán el resto de jornadas aunque consideró que tampoco lo esperan.
Por su parte, Fernández puso el acento en que el ERE aprobado tendrá un coste para el erario público cercano a los 750.000 euros. Cantidad que, a su juicio, y ante las dificultades económicas que vive el país, no tiene ningún sentido que se dediquen a pagar una regulación laboral que, a su juicio, no es necesaria y que consideran «abusivo». «No entendemos como la Junta de Castilla y León, con la que tenemos en esta comunidad, venga a dar dinero a quien no lo necesita tanto», recalcó.
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